El Grupo de Reflexión sobre: «sexualidad», lo relacionado al «género» (masculino y
femenino) y las «problemáticas en los vínculos amorosos» permitirá conocer a los
participantes la compleja diversidad de manifestaciones de la sexualidad en las
personas y tener una comprensión emocional de los diferentes elementos que
entran en juego en el encuentro sexual y en el manejo de los afectos en hombres
y mujeres. En éste grupo apuntamos a la revisión de cómo aspectos relacionados
no solo a la salud física, sino también con la personalidad y la cultura inciden en la
posibilidad de gozar en el espacio íntimo y de cómo están trastocadas las
posibilidades de un compromiso en la pareja para tener una vida erótica y sexual
madura y placentera.
La posibilidad de disfrute en el espacio íntimo depende de la interacción de cómo
hombres y mujeres nos desarrollamos y aprendemos a vivir la sexualidad, es
decir, de la posibilidad, permisividad y contacto con el placer. En ese sentido las
relaciones entre los géneros siguen siendo determinadas por normativas
socioculturales en las que los hombres han de cumplir con una serie de mandatos
para validar su masculinidad, fundamentalmente alrededor del cumplimiento y
satisfacción del rol de proveedor, protector y fecundador. Las demandas que la
validación de la masculinidad impone se relacionan también con dificultades para
el placer, la intimidad y la expresión de la ternura en los hombres.
En el caso de la feminidad la normatividad sociocultural incide en que la mujer se
constituya más como un ser para los demás que para sí misma; reflejando y
perpetuando así condiciones de inequidad y desbalance de poder en las
interacciones en los espacios públicos, privados e íntimos. Así el desempeño y la
forma en que se relaciona con los otros y consigo misma la mujer, están
matizados de la imagen de la mujer pasiva y que gira en torno del placer sexual
masculino y cuando esta osa de ser un poco «activa», despierta desconfianza en el
hombre, respondiendo este luego con necesidades de reafirmación narcisista.
En los últimos tiempos la atención de los problemas sexuales se ha hecho
fundamentalmente desde la biomedicina y las soluciones se han propuesto sobre
todo desde la necesidad de tratamientos farmacológicos. En ese sentido, el Grupo
de Reflexión es una propuesta de trabajo útil para promover el intercambio de
ideas y afectos entre hombres y mujeres, en donde se cuestionará la cultura
llamada femenina y masculina para ubicarlas en una dimensión más justa,
equitativa y corresponsable en la que ninguna pueda opacar a la otra, sino
revalidar el mundo de lo femenino y lo masculino como una relación paritaria. La
experiencia en el Grupo de Reflexión busca pues favorecer en los participantes el
poder establecer relaciones de pareja cimentadas en la comunicación, la
participación y el crecimiento emocional mutuo.